miércoles, 24 de noviembre de 2021

¿LUCHA OBRERA O SINDICALISMO?

 



El diccionario de la RAE define ‘sindicato’ como una ‘asociación de trabajadores para la defensa y promoción de sus intereses’, sin especificar qué intereses defiende, si los intereses de los trabajadores o los que tienen los miembros del sindicato. La experiencia sociológica e histórica se ajusta fundamentalmente a la segunda interpretación.  

¿Son los sindicatos una herramienta útil para los trabajadores en la actualidad? Rotundamente, no. ¿Alguna vez lo han sido?

Las justas reivindicaciones del proletariado industrial del siglo XIX que realizaban, no los sindicatos, sino los propios obreros de cada una de las fábricas, tierras de labor, talleres, almacenes y minas fueron instrumentalizadas por las oportunamente creadas organizaciones sindicales centralizadas, casi siempre dependientes de algún partido político, es decir, de las cloacas del Estado. Los sindicatos nacieron con una cosmovisión materialista, ajena a los valores espirituales del amor al prójimo, la dignidad, la convivencia y el sentido de la vida, preocupados solamente por elementos tan fungibles como los salarios y la cantidad de horas que trabajamos, aspectos igualmente esenciales. 

Los sindicatos se adscriben a ideologías y a los intereses que éstas generan, al tiempo que se olvidan del trabajador. Algunos líderes sindicales llegaron a animar a los trabajadores a alistarse en el ejército estatal durante la Primera Guerra Mundial para morir en una guerra ajena a sus intereses o para matar a otros trabajadores[1]. La UGT se inscribió en el sindicato vertical protofascista de Miguel Primo de Rivera[2]. Sindicalistas “anarquistas” de la CNT llegaron a ser ministros de la II República[3]. La genocida dictadura soviética creó en España el sindicato Comisiones Obreras[4]. Veinte mil trabajadores fueron estafados por la UGT en el llamado ‘caso PSV’[5]. En los Estados Unidos, la palabra ‘sindicato’ es sinónimo de ‘mafia’[6].    

Si las Naciones Unidas, a través de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), y la Constitución española de 1978 abogan por lo que ellos llaman ‘libertad sindical’ y los ‘derechos de los trabajadores’ es porque tiene que haber gato encerrado. Los sindicatos son una herramienta al servicio de los intereses del Estado y del capitalismo, por esa razón nacieron con el capitalismo industrial del siglo XIX y se han convertido en parte fundamental del mismo. Los sindicatos reciben millones de euros en subvenciones del Estado[7], tienen ventajas fiscales[8] y el poder judicial ha sido muy comprensivo con las corruptelas en las que éstos se han visto involucrados[9]. Los sindicalistas son los últimos empleados de una empresa que pueden perder su puesto de trabajo y tienen horas sindicales en las que evaden el trabajo productivo. Los líderes de los grandes sindicatos llevan décadas sin acudir a su puesto de trabajo[10]. ¿Cómo van a defender los intereses de los trabajadores si están sobornados?[11] Confiar en la acción sindical es creer que un gatito gordo y consentido defenderá el rebaño de los lobos.

La verdadera función de los sindicatos es:

1.     Amortiguar el descontento de los trabajadores alienados y explotados creando una falsa disidencia.

2.  Atender con relativa eficacia los casos particulares en los que las empresas medianas y pequeñas incumplen la legislación laboral. Los sindicatos nunca combaten las dinámicas y patrones de explotación y degradación de los trabajadores que generan el Estado y la gran empresa capitalista, salvo cuando repiten como loros la eterna letanía de crítica al ‘neoliberalismo’, a la ‘precariedad’ y a los ‘recortes’ en la función pública. Un discurso que nunca va acompañado de acciones efectivas.

3.  Convocar pequeñas huelgas de un solo día que no sirven para nada (aunque son cada vez menos frecuentes) y manifestaciones a las que solo acuden ellos. Estos actos no son más que escenificaciones rituales en los que los propios sindicatos se afirman a sí mismos. Los sindicalistas son retratados en los medios de comunicación mostrando sus banderas al tiempo que corean estúpidas consignas vacías de contenido. Los líderes sindicales se muestran como seres comprometidos en la defensa de los trabajadores y algunos empleados ilusos se lo llegan a creer.

4.   Los sindicatos son muy activos en las precampañas electorales a la hora de criticar a los partidos de derecha y decantar el voto hacia los partidos de izquierda. No hay que olvidar que el partido que más ha contribuido a desarmar la cohesión de la clase trabajadora, y que más leyes ha impulsado a favor de los intereses de la banca y la gran empresa capitalista durante el Régimen de 1978, ha sido el Partido Socialista Obrero Español[12].

5.     Los sindicatos participan de los nuevos campos de batalla de la izquierda. En su discurso han olvidado casi por completo los intereses de la clase trabajadora para centrarse en el proselitismo de las nuevas religiones políticas: feminismo institucional, homosexualismo e inmigracionismo[13].

El incremento en flecha del desempleo a raíz de la crisis pandémica de 2020, la cada vez más acusada deslocalización industrial a países de Asia y África que comenzó hace medio siglo, la llegada masiva de inmigrantes procedentes de países en los que los conceptos de libertad y dignidad apenas existen y la concentración de capital en unas pocas y gigantescas empresas transnacionales que monopolizan la actividad económica hacen que la situación actual de los trabajadores sea especialmente delicada. La Unión Europea y los voceros del gran capital ya han anunciado la implantación del modelo semiesclavista chino en Europa[14]. Los sindicatos callan y otorgan, esperando poder seguir disfrutando de su posición laboral privilegiada en medio de esta sociedad distópica que se acaba de implantar.

Ha llegado el momento de recuperar el sentimiento de clase, de clase trabajadora, porque trabajadores somos todos, salvo aquellos que viven de prebendas, subvenciones y tinglados, salvo aquellos que viven del trabajo de los demás. Es el momento de recuperar la lucha obrera, al mismo tiempo que debemos desvincularnos y combatir a los sindicatos. 

Las reivindicaciones laborales deben ser obra de los trabajadores, no de los que pretenden hablar en su nombre. Las luchas laborales deben nacer en el seno de una única empresa, por iniciativa de los trabajadores y nunca siguiendo consignas de una central sindical con sede en la capital. La organización de los trabajadores debe ser asamblearia, de base, descentralizada y autofinanciada. La acción de los trabajadores debe ser valiente, nunca superficial. La huelga debe ser indefinida. El boicot y el sabotaje pueden ser herramientas útiles y necesarias. El sindicalista que persista en defender su parcelita de poder y bienestar debe ser excluido socialmente por sus compañeros, debe ser aislado y neutralizado por el resto. El Estado y la gran empresa no pueden subsistir sin sus trabajadores; un trabajador puede subsistir con el apoyo y la solidaridad de sus compañeros de trabajo. ¡Que no nos dividan por categorías salariales, puestos de responsabilidad o sexo!

Los trabajadores deben hacerse cargo del acto productivo y ser propietarios de los medios de producción. Los monopolios económicos del Estado y las grandes empresas deben desaparecer, así como los tributos obligatorios que gravan los ingresos de los trabajadores. El principal objetivo de los obreros debe ser el de poder desarrollar su labor con dignidad, hacerlo en base a valores éticos y pelear por unas condiciones materiales justas, rechazar la obsesión productivista del ‘vivir para trabajar’ y dejar de rendir culto a la tecnología que deshumaniza la labor de los seres humanos. Los trabajadores autoconstruidos integralmente debemos edificar una sociedad basada en la libertad del acto productivo y abolir esa forma de esclavitud llamada trabajo asalariado.




[1] Pese a la postura del socialista francés Jean Jaurès en contra de la Primera Guerra Mundial, la mayor parte de la socialdemocracia europea se posicionó del lado de los ejércitos de sus respectivos Estados animando a los obreros a luchar en esta contienda. Un claro ejemplo es el de la Oficina Socialista Internacional que, en la reunión de emergencia celebrada en verano de 1914, apostó por el apoyo del socialismo al Ejército, tal y como acordaron el austríaco Víctor Adler y el checo Antonin Nemec. Jaurès fue asesinado el 31 de julio de 1914. Además de los denominados ‘socialpatriotas’, algunos anarquistas como el ruso Piotr Kropotkin o el francés Charles Malato alentaron a los obreros a luchar en las trincheras para “combatir al agresivo imperialismo alemán”. Guerra a la guerra. El movimiento obrero frente a la guerra (1898-1918) de Julián Vadillo Muñoz. Publicado por la Universidad de La Rioja.

[2] Con la excusa de que “la democracia es burguesa”, el líder socialista Julián Besteiro se opuso a las propias bases del PSOE para posicionarse a favor de la dictadura monárquica-militarista de Miguel Primo de Rivera (1923-1930). Asimismo, el líder de la UGT Francisco Largo Caballero colaboró activamente con la dictadura hermana del fascismo mussoliniano como Consejero de Estado entre 1924 y 1929. Consultar la crítica a Largo Caballero y a buena parte del socialismo que realizó Salvador de Madariaga y Rojo en España. Ensayo de historia contemporánea (1931).

[3] El 4 de noviembre de 1936 cuatro miembros del sindicato anarquista CNT ingresaron como ministros en el gobierno republicano de Largo Caballero: Federica Montseny, Juan García Oliver, Joan Peiró y Juan López.

[4] Las primeras ‘Comisiones Obreras’ nacieron en la década de 1950 y fueron impulsadas por el Partido Comunista de España (PCE), una formación ilegal durante el franquismo y dependiente del Kominform u Oficina de Información de los Partidos Comunistas y Obreros, creada por Andréi Zhdánov en 1947 en el seno de la Unión Soviética de Stalin.

[5] El escándalo comenzó en diciembre de 1993 con la quiebra de la empresa Promoción Social de Viviendas (PSV) creada en 1988 por la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicato vinculado al partido gubernamental, el PSOE de Felipe González. La UGT contaba también con una constructora (IGS) y una compañía de seguros (UNIAL). PSV vendió unas 20.000 viviendas a personas de clase trabajadora en terrenos públicos cedidos por la Administración socialista. La empresa sindical quebró antes de que los inmuebles fuesen edificados y el dinero de los cooperativistas se esfumó. UGT (sindicato que vive de las subvenciones estatales) tuvo que hacerse cargo de los 78,13 millones de euros de responsabilidad civil subsidiaria (sentencia de 2003), pero el director de PSV, Carlos Sotos, solo fue condenado a dos años y cuatro meses de cárcel por estafa y apropiación indebida. El secretario general del sindicato, Nicolás Redondo, se libró de la cárcel a cambio de abandonar su carrera sindical.      

[6] El camionero y líder sindical estadounidense James Riddle Hoffa, “Jimmy” Hoffa, fue presidente general del sindicato IBT entre 1957 y 1971, la organización de trabajadores más grande del país con 2,3 millones de afiliados. Desde sus inicios como sindicalista en la Hermandad Internacional de Camioneros, Hoffa estuvo vinculado al crimen organizado. Llegó a ser condenado por soborno y fraude, y solo un sorprendente acuerdo con el presidente Richard Nixon permitió que Hoffa permaneciera tan solo unos pocos meses en prisión. Desapareció para siempre en 1975.

[7] El BOE recoge la Orden de 18 de septiembre de 2020 en la que el Estado español destina 45 millones de euros a las organizaciones sindicales.

[8] Los sindicatos, partidos políticos, organizaciones empresariales, oenegés y organizaciones religiosas gozan de grandes privilegios fiscales en virtud de la Ley 49/2002 (gobierno del PP de José María Aznar), privilegios tan decisivos que, en la práctica, ninguna de estas corporaciones paga impuestos. Estas exenciones incluyen las actividades económicas remuneradas que estas asociaciones llevan a cabo, como los servicios de asesoría o la venta de productos. Por no pagar, no pagan ni el IBI, igual que ocurre con la Iglesia, aunque los programas de La Sexta, los tuiteros de izquierda y los humoristas del Club de la comedia solo se acuerdan de los indecentes privilegios que la ley otorga a la Iglesia cristiana. Libremercado, 1/3/2012.

[9] Además del referido ‘caso PSV’, los grandes sindicatos españoles se han visto implicados en otras corruptelas, como el ‘Caso Forcem’. La Audiencia Nacional investigó el presunto fraude de 100 millones de euros por la apropiación indebida de parte de los 630 millones de euros en subvenciones que el Estado destinó a cursos de formación continua que debía gestionar la Fundación Tripartita para la Formación en el Empleo (FORCEM), tinglado vinculado a los sindicatos UGT, CC.OO. y CIG (Confederación Intersindical Gallega) y a las patronales CEOE y CEPYME. El País (15/6/2014) publicó que el Estado gastó 21.000 millones de euros, en tan solo 10 años, solo en cursos de formación. Los tribunales absolvieron a los procesados del ‘Caso Forcem’ en 2017. El líder sindical asturiano José Ángel Fernández Villa, Secretario general del Sindicato de los Obreros Mineros de Asturias (SOMA-UGT) durante 34 años, diputado autonómico y senador por el PSOE, fue condenado a tan solo 3 años de cárcel por la evasión fiscal de 1,4 millones de euros en 2018.    

[10] Unai Sordo, secretario general de CC.OO., lleva sin trabajar en el sector maderero desde el año 2000. José María Álvarez Suárez, secretario general de la UGT, ¡lleva sin trabajar en el sector del metal desde 1978!

[11] La Comisión Ejecutiva Confederal de Comisiones Obreras, cúpula directiva del sindicato, se ha subido el sueldo un 46% (Memoria Anual de CC.OO. del año 2019) al mismo tiempo que aceptaba una subida media de los salarios en España del 2%. Desde que Unai Sordo es el máximo mandatario del sindicato (2017), los dirigentes de “Comisiones” se han subido el sueldo un 85% (OK diario, 11/12/2020 y 12/12/2020).

[12] Fueron los gobiernos socialistas de Felipe González (1982-1996) los que impulsaron la “reconversión industrial”, o desmantelamiento de la minería, los astilleros, el textil y buena parte de la industria española, además de la implantación de las Empresas de Trabajo Temporal (ETT). Con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero se abarató para las empresas el despido de los trabajadores, se retrasó la edad de jubilación a los 67 años y se desvirtuaron los convenios colectivos.

[13] La llegada masiva de trabajadores extranjeros genera dumping laboral, es decir, mantiene el alto porcentaje de desempleados y contribuye decisivamente al descenso de los salarios y a la precarización laboral, especialmente si los trabajadores migrantes proceden de países sin experiencia histórica en la lucha obrera. La homosexualización de la sociedad y el aumento de años de formación académica y de horas de trabajo de las mujeres son factores decisivos que ayudan a entender la caída en picado de la natalidad en Europa, lo que estimula la importación de mano de obra foránea. En definitiva, podemos afirmar que las grandes centrales sindicales españolas están contribuyendo al exterminio de los pueblos ibéricos y a su sustitución étnica.

[14] El ‘Plan Europeo de Recuperación’ que la Unión Europea ha preparado para los próximos años como reacción a la crisis económica generada por las medidas pandémicas se reduce a la implantación del modelo económico chino en Europa. Más información en ¿En qué consiste el plan de recuperación tras la pandemia acordado por la UE?, artículo publicado por El Economista el 21 de julio de 2020. 


martes, 26 de octubre de 2021

UN SACRIFICIO

 


Espartaco lideró un ejército de esclavos que puso en jaque a la todopoderosa Roma. 

Tras no pocas derrotas, el Senado de la República decidió dar la responsabilidad de acabar con las milicias rebeldes a Marco Licinio Craso, un ricachón ambicioso y sin escrúpulos. Tras examinar las causas de los éxitos del gladiador tracio, que eran los fracasos de Roma, Craso llegó a la conclusión de que uno de los factores más significativos que podía explicar la debacle del Estado ante la revuelta de los esclavos era la gran cobardía y la flagrante ausencia de motivación de la soldadesca romana, hombres mal pagados, sin valores, reclutados a la fuerza e indisciplinados.

Así que Craso decidió poner en marcha un antiguo castigo ya en desuso, la ‘decimatio’, consistente en diezmar a los soldados que habían participado en la última derrota romana contra los valerosos milicianos de Espartaco. Uno de cada diez soldados, elegido por sorteo, fue ejecutado a golpes de bastón por sus propios compañeros de armas. El Estado romano sacrificó a una décima parte de las fuerzas que tenía desplegadas en el sur de Italia, pero el miedo inculcado a los supervivientes les hizo ser más obedientes, disciplinados y temerarios en el campo de batalla: Craso resultó ser más peligroso que el enemigo. 

La estratagema funcionó y el general consiguió llevarse los honores de haber dado muerte a Espartaco y de haber aplastado para siempre los anhelos de libertad de los serviles de Roma[1].


Dice el mito griego que la ciudad de Atenas tenía que entregar cada año al rey de Creta un total de catorce jóvenes, siete de cada sexo, para que fueran devorados por el Minotauro del laberinto de Cnosos. De esta manera, la sociedad griega podía respirar tranquila pues, a cambio del sacrificio de unos pocos de los suyos, el resto de los habitantes conseguía conservar la paz y la vida, al tiempo que aplacar la ira del monstruo cretense. 

La leyenda nos demuestra que el sacrificio de una minoría otorga la paz a la mayoría, a costa, eso sí, de derramar la sangre de los inocentes y de perpetuar en el poder a déspotas como el monstruoso Minotauro o el patricio Marco Licinio Craso, oportunamente nombrado tras su victoria nuevo cónsul de la República. 

 

Más de 60.000 seres humanos de Europa, Estados Unidos y Reino Unido podrían haber muerto a causa de los acontecimientos adversos acaecidos tras haber recibido la vvaaccuunnaa contra la CCoovviidd–19[2]. Teniendo en cuenta que se han iinnooccuulaaddoo unos 3.500 millones de personas en el mundo (un 45% de la población del planeta) con más de 6.200 millones de ddoossiiss aplicadas[3], el porcentaje de fallecidos es bastante bajo.

Pero no hay que pasar por alto que la probabilidad de morir o de padecer una enfermedad grave a causa del tratamiento ggéénniiccoo experimental puede ser mayor que la de sufrir las mismas consecuencias por haber contraído la enfermedad[4]. La vvaaccunnaa, como Craso, puede ser peor que el enemigo. 

Se sabe que los niños y los jóvenes apenas contagian el vviirruuss y que la mayoría de ellos superan la dichosa enfermedad permaneciendo asintomáticos[5]; pero muchos de esos niños y jóvenes están enfermando de miocarditis por culpa de la vvaaccuunnaa[6]

También sabemos que los iinnooccuulaaddooss están enfermando de la misma patología de la que creían haberse “iinnmmuunniizzaaddoo”[7], que mueren con CCoovviidd-19 en mayor proporción que los no vvaaccuunnaaddooss[8] y que pueden contagiar a otras personas a pesar de haber arriesgado sus vidas “en beneficio de la salud pública”[9]

También sabemos que el tratamiento ggéénniiccoo experimental, que ya es obligatorio en varios Estados, es el medicamento con más acontecimientos adversos graves de la historia[10], al menos desde que hay registros. 

Este verano ha muerto más gente, con CCoovviidd y sin CCoovviidd, que el año pasado, cuando todavía no había vvaaccuunnaass[11]. Uno de los países más iinnooccuulaaddooss del mundo, Israel, también es uno de los que más enfermos y hospitalizados tiene con CCoovviidd-19[12]

En conclusión, y en virtud de los datos aportados, podemos asegurar que la vvaaccuunnaa contra la CCoovviidd-19 no previene el contagio del SSAARRSS-CCooVV-2 y no impide que aquellos que se la han puesto contagien a otras personas; la vvaaccuunnaa contra la CCoovviidd-19 no va a acabar con la ppaannddeemmiiaa de CCoovviidd-19.

 

Obediencia. Manipulación. Miedo. Presión social. Amenazas. Censura[13]

La mayoría de nuestros vecinos, compañeros de trabajo, amigos y familiares han decidido inmolar a una pequeña parte de la población, inmolarse a sí mismos o inmolar a sus propios hijos a cambio de conseguir un poco de tranquilidad en un mundo que les da miedo. 

VVaaccuunnaarrssee es creer en la falsa promesa de volver a la normalidad para poder viajar al extranjero, comer en los restaurantes y bailar en las discotecas. Querer que los demás también se vvaaccuunneenn es sacrificar la vida de otros a cambio de conservar mi ocio y mi diversión. 

VVaaccuunnaarrssee es como jugar a la ruleta rusa y dispararse un tiro en el hombro con la esperanza de que no haya bala, de que no me toque a mí y que sea otro el que sufra un ictus o una trombosis[14], incremente el riesgo de padecer un cáncer[15] o sufra cualquier otra patología[16]

VVaaccuunnaarr a nuestro hijo es rezar para que sea otro niño, y no el mío, el que acabe padeciendo el síndrome de Guillain-Barré[17], sufra una reacción alérgica grave[18] o cualquier otra enfermedad[19]

Acudir al centro de vvaaccuunnaacciióónn es ofrecerse como chivo expiatorio en un ritual sacrificial que pretende calmar la furia del temible Minotauro.

 

Los Estados se enfrentan a una gran crisis del sistema, éste que hemos conocido desde hace seis décadas. Es una grave crisis demográfica, energética, agraria, climática y de valores[20]. Preocupados y prevenidos ante lo que pueda pasar, los dirigentes de los Estados han llamado al Craso de turno para que resuelva la crisis, y ese ‘Craso’ no es otro que la llamada ppllaannddeemmiiaa

¡Nos están diezmando! 

Unos cuantos morirán, muchos más sufrirán un grave deterioro de su salud. Los que ya se han vvaaccuunnaaddoo han hincado la rodilla en el suelo para rendir pleitesía a su Estado y a la gigantesca y terrorífica industria farmacéutica. Aquellos que sobrevivan serán más obedientes y más serviciales con los poderosos

Sabiendo que la vvaaccuunnaa no sirve, este es el principal objetivo de la campaña de vvaaccuunnaacciióónn contra la CCoovviidd-19: inculcar miedo y obediencia a través del trauma.


CONTRA EL MIEDO: ¡Que no cunda el desánimo! ¡Dejemos de escuchar a los metemiedos profesionales! Tanto a los “expertos” de la televisión como a los conspiracionistas de internet. ¿Cómo vamos a tenerle miedo a la vida y a sus avatares, si la vida siempre ha sido peligrosa, desde que el mundo es mundo? La vida debe ser como una novela de aventuras que, más buena o más mala, más larga o más corta, más trágica o más dichosa, siempre acaba con la muerte del protagonista. La vida debe afrontarse con alegría, con dignidad, con valentía y con heroísmo. ¡Cambiemos, ya, el miedo por la épica!

CONTRA LA OBEDIENCIA: desobediencia. Mis hijos no van a ser entregados como ofrenda al Minotauro; tampoco saldré yo voluntario para acompañar a Craso en su campaña contra Espartaco. Mis vvaaccuunnaass, las que ya he pagado, las que nunca he solicitado, las que no necesito, las que me quieren iinnooccuullaarr por la fuerza, las que no combaten ninguna enfermedad, las que dañan, las que enferman, las que matan, yo, se las devuelvo.

 

¿Todavía quieres vvaaccuunnaarrttee? ¿Todavía quieres que los demás se vvaaccuunneenn?      

 

 

Antonio Hidalgo Diego

Colectivo Amor y Falcata



[1] Consultar La guerra de Espartaco (2009) de Barry S. Strauss.

[2] Consultar los datos de EudraVigilance, el ‘Sistema de gestión y análisis de la información sobre sospechas de reacciones adversas a medicamentos autorizados o en ensayos clínicos’ para la Unión Europea y el EEE (Espacio Económico Europeo) de la EMA, la ‘Agencia Europea de Medicamentos’; los datos del VAERS, el ‘Sistema de Notificación de Eventos Adversos de Vacunas’ para Estados Unidos; y los datos del MHRA, la ‘Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios’ del Reino Unido. Solo en la Unión Europea habían muerto 21.776 personas tras haber recibido la vvaaccuunnaa contra la CCoovviidd-19 con fecha 14 de agosto de 2021. La cifra real debe ser muy superior, ya que los datos oficiales de efectos adversos notificados reflejan un porcentaje muy pequeño de los casos reales. En esa fecha ya se había notificado que 826.896 personas habían sufrido un acontecimiento grave de salud tras la iinnooccuullaacciióónn, de las que 3.819 eran menores de edad. En España, a 5 de septiembre de 2021, “solo” se habían confirmado 300 fallecidos por acontecimientos adversos tras la iinnooccuullaacciióónn de 36.877.329 personas con unas 67 millones de ddoossiiss. Un total de 41.751 personas han padecido acontecimientos adversos, 8.515 considerados ‘graves’ y notificados en la base de datos FEDRA, un 88% de ellos menores de 65 años, un tramo de la población que apenas presenta incidencia de la CCoovviidd-19, siendo un 76% de sexo femenino. Fuente: ‘8º Informe de Farmacovigilancia sobre VVaaccuunnaass CCoovviidd-19’ del Ministerio de Sanidad de España.

[3] RTVE Noticias, 1/10/2021.

[4] Un 86% de los positivos en SSAARRSS-CCooVV-2 se han recuperado por completo (si es que alguna vez tuvieron síntomas de CCoovviidd-19) en cuatro semanas; un 95% no tenía ninguna secuela pasadas ocho semanas; un 98% no tienen ningún tipo de secuela pasadas doce semanas; y los síntomas que presentaban ese reducido 2% de los pacientes con sintomatología persistente eran leves e inespecíficos, como el dolor de cabeza; además, el estudio de referencia no duró más allá de las doce semanas. Fuente: Estudio de cohorte prospectivo de MedRxiv realizado a 4.182 personas que habían dado positivo en SSAARRSS-CCooVV-2 en una prueba PPCCRR, recogido por el doctor Sebastian Rushword en su artículo What is long ccoovviidd?

Una de cada 820 personas vvaaccuunnaaddaass contra la CCoovviidd-19 tienen una reacción adversa grave a la iinnooccuullaacciióónn. Un 88% de esos afectados tienen entre 18 y 65 años. Fuente: ‘7º Informe de Farmacovigilancia sobre VVaaccuunnaass CCOOVVIIDD-19’ del Ministerio de Sanidad, 27/7/2021.

[5] La inmensa mayoría de los pacientes que mueren con CCoovviidd-19 son ancianos que ya presentaban otras patologías graves. Consultar: ¿Por qué estamos vvaaccuunnaannddoo a los niños contra el CCoovviidd-19? Artículo de los doctores Ronald N. Kostoff, Daniela Calina, Darja Kanduc, Michael B. Briggs, Panayiotis Vlachoyiannopoulos, Andrey A. Svistunov y Aristidis Tsatsakis publicado el 10/8/2021 en sciencedirect.

Solo un 7,7% de los pacientes pediátricos con CCoovviidd-19 transmitieron la infección por SSAARRSS-CCooVV-2 a otros miembros de su núcleo familiar. Estudio realizado a 1.040 pacientes de Cataluña entre el 1 de julio y el 31 de octubre de 2020 y publicado por Clinical Infectious Diseases (volumen 73, asunto 6) el 15/9/2021, recogido por Oxford Academic el 12/3/2021 y por el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona (15/3/2021).

[6] Un estudio realizado por los doctores Husam M. Salah y Jawahar L. Mehta (Universidad de Arkansas) recogido por The American Journal of Cardiology y titulado CCOOVVIIDD-19 VVaacciinnee and Myocarditis, publicado el 12 de julio de 2021, establece una clara relación entre las vvaaccuunnaass contra la CCoovviidd-19 de AARRNNmm y el riesgo de sufrir miocarditis. La media de edad de los afectados es de tan solo 28 años y un 93% de ellos son de sexo masculino. El 60% había recibido la vvaaccuunnaa de PPffiizzeerr-BBiiooNNTTeecchh y la mayoría de ellos manifestó el problema cardíaco después de recibir la segunda ddoossiiss. El estudio concluye que todos los pacientes consiguieron restablecerse, pero esta patología puede acarrear consecuencias graves de por vida a los pacientes afectados: la miocarditis puede requerir un trasplante de corazón y reduce de manera notable la esperanza de vida de los pacientes, un riesgo que las publicaciones médicas tienen presente cuando la miocarditis está asociada a la CCoovviidd-19, pero que ignoran o menosprecian cuando la miocarditis puede estar provocada por la vvaaccuunna. Consultar: La miocarditis como secuela del CCoovviidd está subestimada en la mortalidad, publicado por redacción médica, 20/8/2021.

[7] Solo un 25% de los muertos con CCoovviidd-19 del Reino Unido en agosto de 2021 permanecían sin vvaaccuunnaarr. Los no vvaaccuunnaaddooss tienen menos probabilidad de acabar hospitalizados con CCoovviidd-19 que los vvaaccuunnaaddooss, pero también tienen menos probabilidades de morir que los que sí han recibido las dosis del tratamiento ggéénniiccoo experimental. The Exposé, 1/9/2021, según datos oficiales de las autoridades británicas.

Un 75% de los nuevos casos de CCoovviidd-19 de Singapur se dan entre la población vvaaccuunnaaddaa. Reuters, Asia Pacífico, 23/7/2021.

[8] La Junta de Extremadura publicó una tabla en la que se muestra el número de fallecidos a causa de la CCoovviidd-19 en esta comunidad autónoma entre el 15 de agosto y el 11 de septiembre de 2021. De los 96 fallecidos, 82 estaban vacunados, es decir, un 85,4% del total. Fuente: juntaex.es.

Hasta mediados de junio de 2021, un 0,0005% de la población de los Estados Unidos de América había muerto, según datos oficiales, por culpa de la terrible ppaannddeemmiiaa de CCoovviidd-19; hasta el 24 de mayo de 2021 un 0,0017% de los estadounidenses iinnooccuulaaddooss con alguna de las vvaaccunnaass contra la CCoovviidd-19 murieron por un acontecimiento adverso asociado al tratamiento. Es decir, hay tres veces más probabilidades de morir tras la iinnooccuulaacciióónn de la vvaaccuunnaa contra la CCoovviidd-19 que por culpa de la enfermedad que la vvaaccuunnaa promete proteger. Consultar: ¿Por qué estamos vvaaccuunnaannddoo a los niños contra el CCoovviidd-19? Artículo de los doctores Ronald N. Kostoff, Daniela Calina, Darja Kanduc, Michael B. Briggs, Panayiotis Vlachoyiannopoulos, Andrey A. Svistunov y Aristidis Tsatsakis publicado el 10/8/2021 en sciencedirect.

[9] Katherine O’Brien, experta en vvaaccuunnaass de la OOMMSS, Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., y Soumya Swaminathan, científica jefe de la OOMMSS, han reconocido que las vvaaccuunnaass contra la CCoovviidd-19 no impiden que los iinnooccuullaaddooss contagien el SSAARRSS-CCooVV-2 a otras personas, vvaaccuunnaaddaass o no. ABC, 4/3/2021.

[10] VAERS notificó el 3/9/2021 que se habían reportado 521.667 acontecimientos adversos graves en Estados Unidos tras la administración de cualquier vvaaccuunnaa en lo que llevaban de año; en todo el año anterior (2020) se notificaron 49.412 casos, un 15% de los casos producidos en 2021 hasta la fecha, teniendo en cuenta que 2020 había sido el año con más acontecimientos adversos asociados a la vvaaccuunnaacciióónn de la historia de los EE.UU. El número de muertes notificadas en Estados Unidos como acontecimiento adverso asociado a la vvaaccuunnaacciióónn ha sido de 7.662 personas en los ocho primeros meses del año 2021; en todo el año 2020 se notificaron 166, un 2,2% de los muertos que ya se han contabilizado hasta el momento en 2021.

El parlamentario británico Christopher Chope aseguró el pasado 10 de septiembre que ‘Hay más accidentes causados por estas vvaaccuunnaass que por cualquier otro programa de vvaaccuunnaacciióónn de la historia’. Chope defiende las vvaaccuunnaacciioonneess pero considera que el Estado debe hacerse cargo de las indemnizaciones para que los que todavía no se han vvaaccuunnaaddoo, lo hagan: ‘la gente tiene miedo a esta vvaaccuunnaa y tenemos que dejar de pensar que ese miedo no existe’. The Collective of One, 19/9/2021.

[11] Entre el 19 de julio y el 30 de agosto de 2021 murieron en España 7.221 personas más que en el mismo período del año anterior, una sobremortalidad que se cebó en los mayores de 74 años (5.777 muertos más en esta franja de edad), un segmento de la población vvaaccuunnaaddoo casi en su totalidad. Fuente: momo.isciii.es. El ‘MoMo’ es el ‘Sistema de Vigilancia de la mortalidad diaria’ y está gestionado por el Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII (Instituto de Salud Carlos III) que depende del Ministerio de Ciencia e Innovación.

[12] El 30 de septiembre de 2021 había 1.282.218 personas con CCoovviidd-19 en Israel, un 14% de la población. Israel es uno de los países del mundo con mayor incidencia de la eeppiiddeemmiiaa en la actualidad con una desorbitada tasa de letalidad del 0,61%. Se suman casi 8.000 fallecimientos acumulados de pacientes con CCooviidd-19, cuatro veces más que los fallecidos hasta noviembre de 2020. ¿De qué ha servido que dos de cada tres israelíes se hayan vvaaccuunnaaddoo contra la CCoovviidd-19? Expansión/Datosmacro.com, 30/9/2021 y El País, 20/8/2021.

[13] La plataforma audiovisual Youtube ha censurado todos los contenidos que critican la eficacia o los efectos adversos de las vvaaccuunnaass contra la CCoovviidd-19, una maniobra propia de un régimen dictatorial y que no hace más que poner en entredicho la eficacia de las vvaaccuunnaass o las buenas intenciones de los Estados que las están suministrando e imponiendo a la población.

[14] Uno de los efectos adversos habituales y reconocidos por la comunidad científica de las vvaaccuunnaass contra la CCoovviidd-19 es la trombosis trombocitopénica autoinmune, un subtipo de ictus. Quirón Salud, 20/4/2021.

[15] Las vvaaccuunnaass contra la CCoovviidd-19 estimulan la producción de la proteína Espiga y de una subunidad de ésta que puede interaccionar con genes supresores del cáncer. Consultar: S2 Subunit of SSAARRSS-nnCCooVV-2 Interacts with Tumor Suppressor Protein p53 and BRCA: an In Silico Study, artículo de Nishant Singh y Anuradha Bharara Singh publicado en Translational Oncology, cortesía de Neoplasia Press.

[16] Hiperinflamación, hipercoagulación, alergias y daños neurológicos son los acontecimientos adversos a corto plazo más comunes asociados a las vvaaccuunnaass contra la CCoovviidd-19, además de trastornos sanguíneos, enfermedades neurodegenerativas y enfermedades autoinmunes. Los efectos a medio y largo plazo, sencillamente, no se han podido evaluar. Consultar: ¿Por qué estamos vvaaccuunnaannddoo a los niños contra el CCoovviidd-19? Artículo de los doctores Ronald N. Kostoff, Daniela Calina, Darja Kanduc, Michael B. Briggs, Panayiotis Vlachoyiannopoulos, Andrey A. Svistunov y Aristidis Tsatsakis publicado el 10/8/2021 en sciencedirect.

La doctores alemanes en patología Anne Burkhardt y Walter Lang, tras practicar autopsia a diez cadáveres de personas que se habían vvaaccuunnaaddoo contra la CCoovviidd-19, todos ellos mayores de 50 años, han llegado a la conclusión de que el 50% de ellos habían muerto precisamente como consecuencia de la vvaaccuunnaa, al tiempo que otros dos de los fallecidos también tienen a la misma vvaaccuunnaa como posible causa de su fallecimiento. También es preocupante que tres de ellos habían desarrollado enfermedades autoinmunes poco frecuentes: hipotiroidismo Hashimoto, vasculitis leucoclástica y síndrome de Sjogren, al tiempo que todos ellos habían desarrollado un síndrome de inmunodeficiencia y que los tejidos de sus órganos vitales estaban siendo atacados por sus propios linfocitos. Fuente: ‘The lymphocytes run amok’ - Pathologists investigate deaths after CCOOVVIIDD-19 vvaacciinnaattiioonn, información aportada por The News 24, 21/9/2021.

[17] La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad de España admite que existe una relación de causalidad entre la iinnooccuulaacciióónn de la vvaaccuunnaa de JJaannsseenn contra la CCoovviidd-19 y el síndrome de Guillain-Barré; incluso recomienda a los sanitarios que estén atentos para que diagnostiquen la enfermedad si perciben que sus pacientes presentan debilidad en sus extremidades o en la cara, dificultades para caminar o mantenerse en pie, hormigueo en las extremidades, dificultades para tragar o presenten visión doble tras recibir la ddoossiiss de la vvaaccuunnaa. El síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad muy rara que ataca las neuronas y puede desencadenar daños a largo plazo.

[18] Un chico de 12 años que conozco sufrió una reacción alérgica grave tras la inoculación de la vvaaccuunnaa contra la CCoovviidd-19. Ha conseguido salvar la vida después de estar varios días en la UCI. Quizá por esta razón las autoridades británicas recomendaron no usar la vvaaccuunnaa de PPffiizzeerr-BBiiooNNTTeecchh en individuos con historial grave de alergias. BBC News, 10/12/2020.

[19] Los niños y adolescentes iinnooccuullaaddooss están presentando los siguientes acontecimientos adversos tras la iinnooccuulaacciióónn: enfermedad de Kawasaki, síndrome inflamatorio multisistémico, aumento de la creatinfosfoquinasa en sangre, procedimiento de imagen cardíaco anormal, ecocardiograma anormal, electrocardiograma anormal, aumento de la frecuencia cardíaca, miocarditis, palpitaciones, pericarditis, taquicardia, aumento de troponina, aumento del dímero D de fibrina, disminución del recuento de plaquetas, aumento de la presión arterial, bradicardia, aumento del péptido natriurético cerebral, disminución de la fracción de eyección, migraña, dolor abdominal, diarrea, vómitos, aumento de la alanina aminotransferasa, aumento de la aspartato aminotransferasa, alteración de la marcha, disminución de la movilidad, espasmos musculares, contracciones musculares, convulsiones, temblores, parálisis de Bell, discinesia, aumento de la proteína C reactiva, aumento de la velocidad de sedimentación de los glóbulos rojos , aumento del recuento de glóbulos blancos, inflamación, reacción anafiláctica, prurito, erupción cutánea, linfadenopatía, sangrado menstrual abundante, otros trastornos menstruales, graves problemas de visión y graves problemas de respiración. Consultar: ¿Por qué estamos vvaaccuunnaannddoo a los niños contra el CCoovviidd-19? Artículo de los doctores Ronald N. Kostoff, Daniela Calina, Darja Kanduc, Michael B. Briggs, Panayiotis Vlachoyiannopoulos, Andrey A. Svistunov y Aristidis Tsatsakis publicado el 10/8/2021 en sciencedirect.

[20] Autoaniquilación. El hundimiento de las sociedades de la última modernidad (2020) de Félix Rodrigo Mora.


martes, 28 de septiembre de 2021

CULPA, VENGANZA, PERDÓN

 



El cine se ha utilizado como herramienta del poder para adoctrinar a las masas. Esta ha sido, y no otra, su principal función y razón de ser. Productores, directores, guionistas y actores han formado parte del clero adoctrinador de la modernidad, una casta sacerdotal que usaba como reclamo para atrapar a los incautos la belleza de sus imágenes y el encanto de sus historias, burda manipulación de los sentimientos del pasivo espectador que acudía al tocólogo de emociones previo pago de una entrada que le aseguraba ser sermoneado para creerse más culto y mejor ciudadano.

Hoy es prácticamente imposible ver una buena película. El cine actual se ha desprendido de su bonito envoltorio de luces de neón y belleza de postín para mostrarse tal cual es, pura propaganda. Hace ya tres décadas era casi imposible ver películas de cierta calidad como Teniente Corrupto (1992), una oscura y controvertida película dirigida por Abel Ferrara y extraordinariamente protagonizada por Harvey Keitel. Tan bueno fue el resultado del filme que la industria del celuloide tuvo que lanzar una reposición en 2009 para enterrarlo en el olvido: la película Teniente Corrupto de Werner Herzog, protagonizada por un vergonzoso Nicolas Cage, es más mala que la quina.

El cine es cosa del pasado, y en su funeral admito que soy uno de esos incautos que ha malgastado a saber cuántas horas de su vida delante de una pantalla, reducido a triste receptor de la ingeniería social de Hollywood. Hace ya un tiempo que decidí, igual que el cura del Quijote, realizar un donoso escrutinio de todas esas obras que me han secado los sesos; y si el Licenciado Pedro Pérez salvó del fuego a la novela Tirant lo Blanc de Joanot Martorell, yo haré lo propio con el Teniente Corrupto de Abel Ferrara, una peli tan cruda y realista, como trascendente.

El teniente, corrupto hasta el paroxismo, no tiene nombre. Es un policía de Nueva York casado y con hijos, que se pasa el día y la noche fuera de casa, bebiendo y tomando todo tipo de drogas en compañía de prostitutas. En medio de una irreversible crisis personal, el teniente trabaja en la investigación del asalto a la iglesia católica del barrio, un acto vandálico en el que los agresores destrozaron el templo, se entregaron a todo tipo de sacrilegios y violaron y torturaron a una joven monja de origen irlandés. El policía solo necesita reunir las pruebas suficientes para incriminar a los culpables, pues todo el barrio conoce la identidad de los jóvenes autores de la brutal agresión, antiguos alumnos de la joven a la que violaron. Mientras avanza la investigación, se acelera también la caída al abismo del antihéroe, entregado en cuerpo y alma a su propia autodestrucción, un proceso aniquilador que no pasa por alto la ludopatía. En las series finales de béisbol se empaña en apostar su dinero, y el de sus colegas, a la improbable victoria de los Mets, y dobla la apuesta tras cada derrota sin disponer del capital suficiente para hacerse cargo de la enorme deuda contraída con la mafia.

La ‘culpa’, según la teología, es ‘el pecado o transgresión voluntaria de la ley de Dios’. El teniente se siente tan culpable por su vida disoluta como deberían sentirse los delincuentes a los que investiga, así que mientras se autodestruye por puro arrepentimiento poniendo en serio peligro su vida timando a la mafia y consumiendo estupefacientes, propone a la joven novicia “tomarse la justicia por su mano” y matar a los violadores, en vez de detenerlos. Pero la monja se opone a esta propuesta de venganza con gran entereza y paz de espíritu, asegurando haber perdonado ya a sus torturadores. El teniente pretendía redimirse a sí mismo cometiendo un asesinato que vengara el honor de otra persona, depositando su propia culpa en unos jóvenes camellos de poca monta que habían cometido un crimen mesurablemente más aberrante que los desmanes habituales del funcionario.

¿Cuántas ideologías líquidas y terapias modernas pretenden liberarnos de nuestra culpa encerrando nuestro ego en una burbuja solipsista y depositando la responsabilidad de nuestros actos en otras personas, desde nuestros padres a nuestra expareja, pasando por aquellos jefes y profesores que nos hicieron la vida imposible o por misteriosos traumas intergeneracionales acontecidos siglos ha? La culpa es el resultado de un yerro personal que implica una responsabilidad individual, un doloroso aviso que nos recuerda que no hemos actuado correctamente, que nos hemos equivocado, y que por nuestras decisiones hay otras personas que han salido malparadas. Así que la culpa no es buena ni es mala, convive con nosotros, y es tan humana como el dolor, la muerte, el miedo y la enfermedad. La culpa es un mecanismo necesario que ayuda a regular el comportamiento humano. Un mundo liberado de toda culpa sería muy guay y muy new age, pero también daría paso a una sociedad de psicópatas reincidentes.

Tan nocivo es renunciar a la responsabilidad de nuestros actos como asumir la culpa de los crímenes que han cometido otros. Igual que no debemos cargar con las consecuencias del comportamiento de las personas que nos rodean, tampoco debemos caer en la trampa del autoodio que tanto fomentan las instituciones de poder, sus intelectuales a sueldo, medios de comunicación y grupos de presión. Ser europeo no me convierte en imperialista; ser “blanco” no implica ser racista; vivir en el siglo XXI no me hace responsable del llamado cambio climático; y que sea hombre no significa que sea machista. La culpa no debe ser desviada a otras personas, ni diluirse en un colectivo. No soy rebelde porque el mundo me ha hecho así, como aseguraba la escuela sociológica de Chicago; no vivo en un país disfuncional porque Colón descubriera América; ni soy un solitario mamarracho con baja autoestima por vivir en una sociedad homófoba y heteropatriarcal. Como dijo Karl Jaspers, ‘solo es criminal el individuo’[1]. Que cada palo aguante su vela, y que cada hijo de vecina asuma la responsabilidad de sus malos actos tratando de no volver a cometerlos.

Pero somos humanos, imperfectos, así que cometemos errores y dañamos a otras personas. El teniente corrupto de Abel Ferrara es una exagerada caricatura de todos nosotros, el reflejo perverso que no queremos ver en el espejo. Porque no somos seres de luz, y el mal es una elección que muchas veces escogemos, por comodidad, por ignorancia, por codicia, por error, por imitación, por costumbre, por lujuria, porque obedecemos órdenes, por envidia, porque sí.  El dolor que infligimos a los demás no desaparece con una disculpa, sino que es un daño irreversible que solo fingimos camuflar, como el que pone un parche en una rueda pinchada. La culpa que arrastramos será más llevadera cuando asumamos la responsabilidad de redimir nuestras faltas. La ‘redención’, según la RAE, consiste en ‘rescatar, sacar de la esclavitud al cautivo mediante precio’ (primera acepción). La culpa nos esclaviza en cumplimiento de una condena cósmica que nos recuerda a todas horas que tenemos un cadáver enterrado en el jardín de nuestra azotea. Solo la consciencia de nuestros malos actos y el compromiso personal de no volver a cometerlos puede pagar el precio de nuestra culpa y liberarnos.

Una sociedad egocéntrica, maquiavélica y desespiritualizada como la que hemos consentido edificar no favorece, precisamente, la asunción de responsabilidades. Cada día soportamos todo tipo de injusticias por las que no obtenemos ningún tipo de reparación. Recibimos los golpes, nos sentimos impotentes, nos llenamos de rabia. Friedrich Nietzsche escribió en La genealogía de la moral (1887): ‘Todos los instintos que no se desahogan hacia fuera se vuelven hacia dentro (…) La enemistad, la crueldad, el placer en la persecución, en la agresividad, en el cambio, en la destrucción… Todo esto se vuelve contra el poseedor de tales instintos: ése es el origen de la mala conciencia’. Muchos se deprimen, algunos se suicidan, otros se evaden de una realidad cada vez más difícil de soportar; la mayoría se rinde. Nietzsche nos propone desahogar las frustraciones que nos ocasionan los abusos que recibimos descargando nuestra ira en aquellos que son más débiles que nosotros, en nuestros iguales o en las personas con que las que convivimos. Frente a la actitud católica de la monja de poner la otra mejilla mientras estaba siendo vejada, la no menos católica respuesta del teniente: iniciar una larga marcha hacia la autodestrucción agobiado por el peso de la culpa. Todas ellas son pésimas soluciones.

El teniente, desesperado por sus patéticas circunstancias, despierta de su martirio autoimpuesto y pretende descargar su culpa vengando a una chica que representa toda la pureza de la que el policía adolece; el protagonista cree que el individuo puede vencer a la injusticia mediante la práctica de la venganza. ¿Cuántas veces habré fantaseado con matar con mis propias manos a determinados psicópatas que salen en televisión? ¿El “placer” de practicar la violencia contra los malvados nos hace libres? ¿Cuántas películas de Hollywood han glorificado la sed de venganza, como Harry el sucio, Kill Bill o Django desencadenado?

Los filósofos estoicos estaban convencidos de que la venganza nos enferma, y el perdón nos cura. Séneca abogaba por el uso de la razón y no dejarse arrastrar por la servidumbre de la ira; Epicteto rechazaba el derecho de venganza, también el de las instituciones del Estado; Marco Aurelio apostaba por la comprensión de las faltas del prójimo. Así que el perdón (la clementia latina) no es un invento judeo-cristiano, sino que estaba muy presente en la Antigüedad, tal y como ha argumentado Charles L. Griswold[2]. Entregarse a la venganza es dejarse dominar por las pasiones: perdemos el control de nuestros actos, nos rebajamos a la altura de quien nos ha ofendido y demostramos que hemos sido incapaces de asumir un dolor que nos ha acabado destruyendo, en vez de hacernos más fuertes. La venganza no enmienda el daño que nos han infligido, ni puede resucitar a los muertos. La venganza no puede reparar lo irreparable. Saber perdonar no nos convierte en personas débiles, sino en individuos autoconstruidos y seguros de nosotros mismos.

Después de tocar fondo al masturbarse en la calle delante de dos adolescentes a las que coacciona enseñando su placa, el teniente visita la destrozada iglesia y recibe la aparición de Jesucristo, al que suplica perdón por sus pecados y acaba besando los pies. Tras esta revelación, tal vez provocada por el consumo de alucinógenos, el teniente corrupto decide redimirse a sí mismo con un sorprendente acto de generosidad: se dirige al antro en el que malviven los dos jóvenes violadores y, lejos de acabar con sus vidas tal y como el espectador espera, los secuestra, les entrega una buena suma de dinero y los mete en un autocar que les va a trasladar a la otra punta del país con la condición de que no vuelvan a pisar Nueva York y empiecen una nueva vida más edificante y mejor. En la siguiente escena, el redimido policía cae abatido por los disparos de la mafia.

Nunca sabremos si los dos jóvenes violadores consiguieron redimirse y dejar atrás su vida de odio y de violencia. Probablemente se gastarían el dinero en armas, en drogas o en regresar a la ciudad para seguir haciendo de las suyas. Nunca lo sabremos, porque es un relato de ficción. En todo caso, ¿quién era el teniente corrupto para redimir a nadie? Podría haber empleado sus energías en rehabilitarse a sí mismo, enderezar su vida desnortada y dar amor a su familia. Porque el verdadero acto de amor de esta historia lo protagonizó la joven monja que tuvo la entereza de perdonar a sus agresores demostrando más valentía en otorgar el perdón que en la defensa de su integridad.

‘Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica’ (Lucas, 6:29). Este versículo evangélico, probablemente falseado por la Iglesia romana, es una auténtica aberración. Saber perdonar las faltas de los que nos ofenden no significa abandonarse al masoquismo. Permanecer pasivo ante las ofensas es aceptar la moral del esclavo, justificar la injusticia, colaborar con el abusador y desprenderse de la dignidad humana. La religiosa irlandesa de la película de Ferrara debió luchar con todas sus fuerzas para evitar ser violentada por los dos adolescentes, pelear hasta la muerte o hasta causar la muerte a sus agresores. Tan legítimo es el derecho de defensa, como innecesario el de venganza. Las guerras son tan despreciables como convenientes cuando estamos siendo ultrajados. ‘Las armas son instrumentos de mal agüero y la guerra es un asunto peligroso (…) Las armas solo deben usarse cuando no existe otro remedio’, El arte de la guerra de Sun Tzu.

A todas, todos y todes aquellos que me habéis censurado este verano por argumentar la perversidad del feminismo de Estado; a todos los libreros que no queréis vender mi libro porque molesta al poder establecido; a todos los que me habéis impedido hacer actos públicos por no ser políticamente correcto; a los que habéis censurado mis contenidos en las redes sociales; a los que han hecho libelos difamatorios contra mi persona de forma anónima; a los que me habéis insultado por no compartir vuestras ideas (que son las del poder); a los que me habéis ordenado censurar mis textos; a todos vosotros, yo os perdono. Pero tened bien presente que no soy como la monja de Teniente corrupto: sé defenderme y os haré frente. Responderé a cada una de vuestras agresiones con la contundencia de mis textos y mis argumentos, y estoy dispuesto a entablar una lucha encarnizada cada vez que no respetéis mi libertad de conciencia y de expresión.

Os comprendo. Sé que tenéis vuestras razones. Unos lo hacéis por ignorancia, otros por dinero, otros por pura intransigencia. No quiero convenceros de nada, ¡pensad como os dé la gana!, podéis seguir siendo unos fascistas posmodernos, de esos que reprimen sin dar la cara. Cuando recapacitéis y dejéis de ser censores quedaréis redimidos, y juntos podremos aprender a convivir y a trabajar por el bien común.

 

                                                                 ANTONIO HIDALGO DIEGO

Colectivo AMOR Y FALCATA 


[1] La pregunta por la culpa. De la responsabilidad política de Alemania (1946).

[2] Ancient Forgiveness. Classical, Judaic and Christian (2012).


¡DISPAREN, ES UNA ORDEN! El Submarino Subversivo analiza mi artículo sobre quién es más responsable de un crimen, quien da la orden o el que la ejecuta. Se puede consultar entre las 3º16' y las 3º41' del programa.


https://www.ivoox.com/episodio-12d-el-procesamiento-apofenico-la-audios-mp3_rf_75955622_1.html 

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